CINCUENTA AÑOS DE SERVICIOS EN
LA PARROQUIA
Es una
noticia social pero que indudablemente en una comunidad como la
nuestra toma trascendencia. Se trata de 50 años de servicio, de
50 años de desempeñar la misma tarea que tiene un significado
especial: servir a la Iglesia y servir a la comunidad. La Sra.
Cora Suárez de Herrera, el 15 de agosto de 2008 cumplió 50 años
sirviendo en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús.
Cuando tenía 22 años, un 15 de agosto, pero de
1958, el padre Rafel Talierzio la convocó a que se acercara a
cantar en la Iglesia y comenzó entre otras múltiples actividades,
a cantar los Tedeum en latín, se había recibido como profesora de
piano el 17 de diciembre de 1957 con apenas 21 años.
A partir de allí y a lo largo de estos 50 años tuvo
innumerables coros de niños, de adultos y siempre organizando las
distintas actividades religiosas que desarrollan a lo largo del
año.
El 19 de diciembre de 1979 por pedido del padre
Daniel Ferrari la Diócesis de Mar del Plata la nombra como
secretaria parroquial, a pesar que hacía muchos años que venía
desempeñando esta tarea. El 22 de diciembre de 1984 es nombrada
Ministra extraordinaria de la Eucaristía.
Así comenzó otra de las múltiples tareas de
servicio a la comunidad que es la que aún continúa haciendo,
llevar la palabra de Dios a los enfermos, la comunión y también
oficiar los responsos a los difuntos, en ausencia del sacerdote.
El 21 de octubre 1989 recibió el hábito Franciscano
de la orden Franciscana Seglar y un año y un mes después, hizo las
santas promesas dentro de esa orden
En sus quehaceres particulares también se desempeñó
como profesora de piano, de órgano y de guitarra.
El sábado 16
a las 19.00 se ofició una Misa en acción de gracias por estos
primeros 50 años de la sra. Cora Suarez de Herrera, de servicio en
la Parroquia y servir a toda la comunidad a la que concurrió mucha
gente.
Cincuenta años,
toda una vida trabajando para la Iglesia y al lado de la comunidad
y también como esposa y madre de Raúl Alberto, el Negrito, quien
seguramente desde su lugar en el cielo estuvo presente, más que
nunca al lado de su mamá. Felicidades Cora, que Dios la bendiga y
que la comunidad de Juan N. Fernández la pueda tener por muchos
años más.
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