El salón "Centenario" del Centro Cultural "José Hernández" se vio como pocas veces. No solamente por su lleno total de las dos funciones (16.00 y 19.00) sino también por el clima de que le dieron los flamantes artistas (a partir de hoy, eso es lo que son) y el público que hizo el silencio respetuoso y apreciado por los que están en el escenario, además de aplaudir con ganas y acompañar con sus palmas, cuando el ritmo lo pedía.

 Hace menos de un año, los que hoy estuvieron sobre "las tablas" (al menos la mayoría de ellos) sólo tenían las ganas...de cantar, de tocar un instrumento y adquirir algún conocimiento. Desde los 7 a los 70 años. Hoy, los que asistimos a estas presentaciones, comprobamos con creces que cuando hay voluntad, ganas de hacer, empuje y amor por algo, se logran grandes cosas. Y la "Casa de la Música y Arte" de Juan N. Fernández, es algo GRANDE.

En variadas formaciones de bandas se fueron presentando más de 70 alumnos interpretando diferentes ritmos, en algunos casos acompañados por sus profesores  y otros, solos.

Los nervios jugaron un papel preponderante en algunos artistas jóvenes, lo que fue, no solamente entendido, sino premiado con sendos aplausos.

Hoy vimos al joven que reparte el pan, al hijo del almacenero, al sobrino del mecánico y al nieto de la señora de al lado...convertidos en artistas. Principiante, pero artistas al fin.

Una maravillosa obra de los los profesores, de los alumnos que estudiaron y se esforzaron para esto y de la comisión de la Casa de la Música.

Seguramente muchos se sacarán las ganas y quedarán en el camino y otros, con la semilla del escenario adentro, seguirán el maravilloso camino de la música.

FELICITACIONES MIL!!!

"Las grandes obras las sueñan los genios locos, las ejecutan los luchadores natos, las disfrutan los felices cuerdos, y las critican los inútiles crónicos". Anónimo.