LOS MISMOS MUGRIENTOS DE
SIEMPRE
ESTO TAMBIÉN ES JUAN N.
FERNÁNDEZ
En
otras oportunidades ya hemos dado cuenta de la suciedad del
pueblo y de la cual somos principales actores, desde el pequeño
papel de caramelo que arrojamos al suelo hasta los pañales
sucios que hemos encontrado en la plaza, pasando por los
excrementos de los perros cuyos dueños crían en las calles.
También hemos dado cuenta que en un predio,
contiguo al cementerio, (foto)
un vecino se tomó el trabajo de limpiar, ya
que era una antigua cava de basurero, le puso una cadena y un
cartel con la prohibición de arrojar basura según decreto
municipal. Hemos dicho que han seguido tirando basura en ese
predio que, por ser lindante con el
cementerio, es
muy observado por todos los visitantes y una feísima imagen del
pueblo.
Durante este fin de semana nuevamente han arrojado
un montón de
basura al lado del cartel como desafiando esa reglamentación
y burlándose de los que lo apreciamos limpio y, sobre todo, de la
persona que se tomó el trabajo de limpiarlo.
Una actitud que no solamente merece una multa, también una condena
social, al o a
los responsables de tamaña muestra de desaprensión.
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