Hace 55 años que llegó a Juan N. Fernández con su hermano Hugo y hoy sigue con su actividad de compra / venta de hierros y materiales nuevos y usados.

Ayer por la tarde, según relató Iglesias a JNFNet y Panorama Fernandense, llegó de Necochea y un amigo llegó a su casa para invitarlo a jugar al casín. Este amigo se retiró y a los cinco minutos le tocaron timbre. Como la costumbre pueblerina lo indica y se practica por todos (o casi todos), abrió la puerta sin observar quién era.

Acto seguido se le vinieron encima tres personas que le arrebataron el celular que traía en su mano y lo arrastraron hacia adentro de la casa.

Ahí llegó lo peor, según contó Iglesias. "Me ataron, me pusieron en el sillón y me pedían que les diera la plata", dijo Iglesias.

Al decirle que la única plata que había en la casa era la que estaba en el escritorio (dinero de cambio para el negocio que se terminaron llevando), los malvivientes se pusieron violentos. "Ahí fue donde me golpearon en dos partes en la cabeza. Uno atrás de la oreja (izquierda) desde donde me salió mucha sangre que manché toda la ropa y el sillón", narró César Iglesias.

Seguro de lo que buscaban, le pedían que les diera la plata que había en las dos cajas fuertes. Iglesias recordó que "yo les daba la combinación de una de las cajas y no la podían abrir, entonces me ponían algo en la cabeza y me decían que me iban a matar". En ese momento pensó que "hasta acá llegué, ahora me matan".

Luego consiguió que lo desataran para abrirles la caja donde pudieron observar que no había nada.

Al recordar algunos momentos de esos 15 minutos que duró el asalto, Iglesias contó que "estaban muy nerviosos, querían plata y plata y me amenazaban continuamente que me iban a tener que matar. La verdad, que a esto no se lo deseo a nadie".

Si bien es la quinta vez que sufre robos, es la primera vez que sucede con él presente en su domicilio.

Al final, las tres personas, lo dejaron atado en una cama y se fueron. Iglesias pudo zafar de sus ataduras y concurrió primero al hospital porque sangraba mucho de la cabeza.

Luego concurrió a la Sub Comisaría a realizar la denuncia, donde la causa quedó caratulada como "Robo y Lesiones", interviniendo la UFI Nº 30, a cargo del Dr. Roberto Mirada.

La Policía investiga pero aún no hay novedades.