Fuente y foto: La Dulce Digital

Los gastos fijos que tiene el club para mantener las instalaciones, los sueldos, la calefacción, sin contar el cloro y demás elementos necesarios para que todo funcione como corresponde, cuidando la salud de quienes asisten, son muchos.

A estos gastos, se suman el aumento en las tarifas del gas. El año pasado en el mes de abril, el club gastó $1.108 y este año, con el mismo consumo, el gasto llega a casi los $16.000 y se estima que en el mes que está en curso, pueda alcanzar una suma cercana a los $30.000. Estamos hablando de gasto mensual, por estar en la categoría comercial y no bimestral, como acostumbramos a pagar los particulares. Vale la aclaración para mostrar que es aún más grave la situación, considerando además que las cuotas no han sido aumentadas todavía.

La comisión ya ha realizado trámites y gestiones, como la inscripción del club como “Club de Barrio”, lo que le permitiría acceder a la tarifa social, pero hasta el momento no han dado resultados satisfactorios. También se hizo la correspondiente exposición en Camuzzi, cuya respuesta fue que era mejor que se pagara la totalidad del consumo, para evitar pagar intereses si no les es reconocido ningún tipo de subsidio o rebaja. Todas estas situaciones han dado por resultado que la comisión esté pensando en cerrar el club provisoriamente, lo que no es la mejor solución, ya que hay fuentes de trabajo que se verían afectadas, pero parece ser la única salida posible.

Este mes, se aumentarán las cuotas en $50, pero este aumento de ninguna manera alcanza para cubrir el gasto del gas, se empleará para dar un aumento en los sueldos del personal y otros gastos como el cloro, que también ha aumentado.

De más está aclarar que cualquier colaboración será bienvenida, como así también gestiones de nuestros políticos y/o concejales. En situaciones como estas, son más que necesarias sus intervenciones para que las instituciones sigan funcionando.

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