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INAUGURAN CONSULTORIO ODONTOLÓGICO EN CLARAZ UNA HISTORIA DE AMOR: DONACIÓN DE LUIS AIELLO POR VOLUNTAD DE SU ESPOSA (13 / VII / 2013) En vida de la Dra. Esther Octavia Montes de Aiello, luego de jubilarse, decidieron donar el consultorio a la Unidad Sanitaria de Clraz, donde Luis Aiello fue docente de la Escuela Nº 16 allá por 1988 / 89.
Con la presencia del Director de Atención Primaria de Salud, Dr. Maximiliano Delfino, Delegadas Municipales de Claraz y Juan N. Fernández, Sonia Bardel y Norma Alí, respectivamente, personal de la Unidad Sanitaria y público en general, el sr. Luis Aiello, realizó el tradicional corte de cinta inaugural al flamante consultorio odontológico que será atendido por la Dra. Candela Barbieri.
Un momento muy emocionante porque fue el epílogo de una gran historia de amor del matrimonio Montes - Aiello y de ambos hacia la comunidad de Claraz. "Yo trabajé en la Escuela de Verano en los años 1988 y 89 - contó Luis Aiello a JNFNet y Panorama Fernandense - en la Escuela Nº 16 y lo hacía de lunes a viernes, durmiendo en la misma escuela". En medio de una gran emoción, Aiello, recordó que, durante esa época, los días miércoles "Ester dejaba de trabajar para irme a visitar y me llevaba unos pasteles o una torta para agasajarme y demostrarme su amor". ¿CÓMO DECIDIERON LA DONACIÓN? "Cuando se jubiló mi esposa - relató Aiello - intentaron comprar su consultorio por un precio muy bajo y decidimos donarlo antes que mal venderlo". Ante esa decisión, la cuestión era a quién. Sumido nuevamente en una gran emoción al recordarlo, Luis contó: "Le dije que yo tenía mi corazón en Claraz y ella se puso muy contenta y sin dudarlo coincidió conmigo".
"Allí dejamos muchos amigos, especialmente Mirta (Acuña) y su esposo Juan (Eyheramendi) quienes son, a partir de la inauguración, los padrinos del consultorio odontológico". La Odontóloga Candela Barbieri, quien será la responsable, informó que el consultorio es muy completo, con material inclusive. "Lo que faltaba lo puso la gente de la Unidad Sanitaria, como la pintura y otros insumos y quedó hermoso", dijo la Dra. Barbieri. "Es una gran historia de amor, este acto, y yo le dije al sr. Aiello que cada vez que haya un niño o un paciente en ese sillón, su esposa Esther, será la que esté sentada atendiendo", graficó Barbieri.
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