Durante más de 20 años se sucedieron estos desfiles que se realizaban en fechas y acontecimientos importantes.

 La familia fernandense esperaba con ansias estos desfiles porque sabía que iba a apreciar, no solamente el paso de sus hijos, si no también una muestra de estética, armonía y precisión que se lograba con muchas horas de ensayo.

 Josefina Andreasen y Mario Cravea, estandartes de este logro, fueron quienes con su entrega y horas de trabajo, lograban casi la perfección de más de 100 alumnos que desfilaban y se renovaban cada año.

 A rigor de la verdad, para los alumnos estos desfiles eran de mucho nervio y orgullo porque sentían al paso de las columnas, el acalorado aplauso y aprobación del público.

 Los ensayos se realizaban en el patio del colegio y también alrededor de la plaza en horarios de Educación Física y, cuando ya estaban sobre la fecha, en horarios extras.

 Las exhibiciones de gimnasia también fueron espectáculos muy apreciados, queridos y requeridos por la gente. Se realizaban, también en fechas especiales y, sobre todo, al terminar el ciclo escolar.

 El prestigio logrado por el Instituto Excelsior con estos desfiles llegó a oídos de las autoridades del Distrito de Necochea cuando la ciudad cumplió su centenario. Por esa razón, los alumnos del Instituto Excelsior encabezaron el desfile llevando las banderas del mundo.

 Las fotos en blanco negro que preceden pertenecen a Ecos Diarios durante el desfile del Centenario de Necochea. En todas, si se observan con atención, se ve la precisión de la marcha con el mismo pie atrás o levantado, todos igualitos.

 La foto de arriba es de Ecos Diarios en momentos del ensayo en la Plaza para el desfile del Centenario de Necochea.

 Las dos fotos anteriores son gentileza de Elida Pontac que nos envió desde España y nos muestra como ella desfilaba adelante de los Granaderos, con la bandera de Perú y el uniforme del Instituto Excelsior. ¡Qué honor!