Tremendo susto se dieron los habitantes de esta vivienda cuando al escuchar ruidos extraños y olor a humo, salieron al patio y vieron, a centímetros de las puertas, el automóvil estacionado allí, en llamas.

La casa, propiedad de la sra Mirta Lazarte, quien la comparte con su hijo, Diego Rodríguez, está ubicada sobre la calle 31, entre 22 y 24.

Se presume que, por causas de un corto circuito, el auto se prendió fuego, alcanzando las llamas, la punta de los tirantes de la vivienda, derritiendo los cables de electricidad que pasaban por arriba y una cortina de plástico a pocos metros del fuego.

Los bomberos llegaron muy a tiempo, no para salvar el auto que se quemó totalmente, pero sí para controlar las llamas que no llegaran a la vivienda ni a la de los vecinos.