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 EL DAÑO POR EL DAÑO MISMO

 (17 / XI / 2011) No existen ni existirán adjetivos calificativos para ilustrar con palabras este tipo de accionar.

¿Qué expresión, frase o exclamación se puede dar ante esta realidad?

El daño por el daño mismo, además de la indignación que provoca, es incomprensible. El domingo pasado, por la mañana, Hugo Galli, se levantó y cuando salió a la calle se encontró con dos, de tres plantas que poseen en su vereda, rotas al ras, como muestran las fotos.

Según nos explicó Ana María Stadler ("Pocha"), su esposa, cuando las vio, no pudo dejar de llorar por esta acción que "ni un animal lo hace", nos dijo.

"Estas plantas tienen entres seis y siete años de plantadas, cuidándolas todos los días y observando su crecimiento", explicó "Pocha" visiblemente conmocionada.

Tratando de describir a los autores de este acto salvaje, dijo "no sé si en sus casas no les habrán enseñado lo que es una planta, los padres no los habrán educado, no le encuentro explicación".

La sra. de Galli explicó a JNFNet que, de acuerdo a cómo se ven las plantas "se han ensañado de tal manera que además de quebrarlas las han pisado hasta dejarlas como se ven ahora".

De acuerdo a sus dichos no es la primera vez que son víctimas de este tipo de daños, ya que en otras ocasiones les han roto, además de plantas, el "basurín" y siempre coincide con los fines de semana a la salida del boliche.

"Voy a tener que poner un sereno que me cuide las plantas a la salida del boliche", finalizó Ana María Stadler de Galli.