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LA
BUROCRACIA PUEDE MATAR (27 / IV / 2015) Ramón Bartel es un hombre de 63 años, esposa y dos hijas (18 y 16 años) que sufre de cifoscoliosis severa grave, con bullas.
Hace cinco años sufrió una neumonía muy grave que lo dejó limitado en su capacidad pulmonar. Uno de sus pulmones no le funciona y el otro sólo el 30%. Por esa razón debe estar conectado a un equipo de oxígeno las 24 horas. Además le resulta imprescindible, también, una mochila con este vital elemento, con autonomía de varias horas, para poder moverse, por ejemplo, a una ciudad vecina por cuestiones médicas. A esta mochila hay que cargarla con oxígeno y para ello se necesita un tubo que puede hacerlo.
Todos estos elementos los tiene Ramón, gracias a que la Obra Social, OSPRERA, se los otorgó luego de los trámites pertinentes a partir del diagnóstico de hace cinco años. Pero, Ana Julia, su esposa, quien lo tiene a cargo, se jubiló como docente y de tener como mutual a OSPRERA la pasaron a IOMA. Aquí empezó este problema donde claramente podemos asegurar que la burocracia puede matar. Según nos contó Ana Julia Petersen, esposa de Ramón, en los tres meses que tuvo desde su jubilación hasta que empezó a ser afiliada a IOMA, realizó todos los trámites igual que lo hizo oportunamente con OSPRERA. La sorpresa la tuvieron cuando se enteró, vía telefónica, que la nueva Obra Social, sólo les otorgaba una mochila con autonomía de dos horas (la anterior era de seis). “Es imposible aceptar esa mochila porque no nos alcanza para que Ramón pueda viajar a Necochea o Benito Juárez donde lo atienden por sus problemas de salud”, explicó Ana Julia. Por otra parte tampoco le dan el equipo para cargar la mochila. “Nos llamaron de una empresa de Buenos Aires que ellos vendrían a cargarla desde allí cuando sea necesario, es una locura”, razonó la esposa de Ramón. Al consultarle sobre el motivo por el cual IOMA no les otorga estos elementos tal cual lo solicitaron y que ya los tenían a través de OSPRERA, la señora respondió: “Todas las conversaciones fueron telefónicas y lo que me dicen es que el síndico no lo autorizó”. “Ramón no puede trasladarse al médico a Juárez, que vamos seguido, con una mochila que sólo tiene oxígeno por dos horas porque ese tiempo sólo nos lleva ir y venir”, se lamentó Ana Julia. Actualmente, ya como afiliados a IOMA, siguen con los equipos de OSPRERA pues no consiguen que aquella Obra Social revierta la situación, a pesar de los incesantes reclamos y documentación médica que presentaron. Lo último que le han informado es que recién a partir del 1º de Agosto podrán atender su necesidad. O sea que si OSPRERA les retira el equipamiento….. ni pensar en las consecuencias. |
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