Una vez más, el daño por el daño mismo. Ocurrió anoche o madrugada de hoy. El pequeño predio ubicado sobre la vereda de la vivienda de Lidia y Pedro Pintos, embellece la esquina de las calles 20 y 33. Siempre prolijo, cuidado y en esta época, florecido. Es la obra de un trabajo diario y con mucho amor el que desarrolla el matrimonio para mantener este jardín del frente de su casa.

Anoche, personas inadaptadas se las tomaron con las rosas quebrándolas, pisoteando almácigos de flores y también intentando arrancar una planta ornamental.

Este tipo de daños han ocurrido anteriormente en otros domicilios y el atenuante (si es que se puede llamar así) ha sido que ocurrió a la salida de los boliches y el alcohol les hace realizar estos hechos vandálicos. ¿Pero, anoche? ¿Cuál es el atenuante?

"Yo no tengo problemas con nadie, no ando mal con ninguna persona como para que hagan esto", dijo Pedro Pinto.

En tanto, su esposa Lidia, contó que se encontró con este cuadro a las 9.00 de la mañana, al salir y, cómo todos los días, salió a ver sus rosales y plantas. "Fue una gran amargura. Todos los días las cuidamos. Está fertilizadas, las regamos días por medio y  tiene varios años de plantadas".