Diversión, nostalgia, aplausos, risas y emoción, mucha emoción fueron los condimentos que sumieron al público cautivo de la obra, de sus personajes y de ver a un ACTOR FERNANDENSE EN ESCENA.

En primera fila toda su familia y en el resto de la sala, repleta, amantes del teatro y vecinos de la localidad y ciudades aledañas, ansiosos de ver a Walter actuar y dirigir.

La obra es una sátira, con diálogos y escenas muy reales, de todo lo que pasa un padre desde que comienza a ser padre, hasta que su hijo es un adolescente.

El aplauso final, de pie y sostenido por parte de la audiencia fue una reválida de las risas y emociones que se dieron durante los diferentes actos.

Luego de la actuación, pero aún con la emoción a cuestas, Walter y su elenco dialogaron con JNFNet y Panorama Fernandense.

Entre otras cosas, el actor fernandense, dijo que ya está pensando en volver con esta u otra obra porque lo que le había ocurrido hacía unos minutos había sido muy emocionante.

En tanto, sus compañeros actores coincidieron en destacar la calidez del trato recibido, la sorpresa y emoción, también de haber sido partícipes de esta situación tan particular para Walter y que los hayan aplaudido de pie.

Toda regla, para ser regla, debe tener su excepción, dicen. Hay un dicho que se cumple muy a menudo que dice "nadie es profeta en su tierra". Si no lo es, debiera ser una regla, porque Walter Scaminaci es la excepción.