Lo que parecía algo imposible, o acaso, muy difícil de lograr, ayer se concretó: volvió en todo su esplendor el centenario instrumento de la Parroquia local, su armonio.

Susana Tamargo, una de las personas responsables de esta magnífica obra, contó que lo principal es que la parte instrumental del armonio estaba intacta. "Lo que es carpintería quedó algo del mueble original, lo que se ve más oscuro, el resto estaba apolillado", contó Susana. En cuanto a la tarea más difícil de restauración, explicó que fueron sus fuelles. "También le hicimos una tapa para que no queden al descubierto y otra para el teclado, que no tenía", dijo.

Si no sucede algún imprevisto, su restaurador y músico necochense, Sergio Álvarez, tocará el armonio en la ceremonia de hoy, cuando 30 niños tomen su Primera Comunión.

Al pesado instrumento lo trasladó a Necochea para repararlo y lo trajo ya restaurado, la sra. Sandra Suárez y familia.

Para conseguir los fondos del arreglo, un grupo de personas aunaron esfuerzos y pidieron la colaboración de varios vecinos que no dudaron en donar lo que pudieron para esta hermosa e importante obra , no sólo para la Parroquia, sino como histórico para la localidad, ya que en el 2013, cumple su centenario de existencia.