Berny ya se había acostumbrado a ser una buena compañía para su mamá, cuando el papá estaba trabajando o sus hermanos iban a la escuela.
Un día, como tantos otros, la pequeña cabecita de Berny empezó a sentir que solo veía medio mundo. No podía contar a gritos lo que le pasaba, tan sólo tenía un año, y con sus pequeñas palabras sólo podía decir Pá o Má.
Con el correr de los días su mamá también empezó a darse cuenta que algo le pasaba, preocupada decidió llevarlo a revisación con su doctora, quien rápidamente lo derivo a un especialista.
Y si… las sospechas fueron confirmadas. Berny veía medio mundo, los médicos a mediados de setiembre le habían detectado un tumor llamado Retinoblastoma en su ojito izquierdo.
Inmediatamente la mirada de su mamá y la de toda su familia desbordó en un mar de lágrimas.
¿Por qué a él? ¿por qué si es tan chiquito? Se preguntaban continuamente y sólo encontraban una respuesta… son cosas que pasan, y aunque duelen, pasan…
Berny no podía contar lo triste que estaba porque su familia no tenía una buena situación económica para solventar lo que les esperaba pero si podía desde su inocencia de niño hacer llorar a su mamá.
“-Má irá” le decía Berny mientras caminaba tapando su ojo… pero a la vez quería que pudieran meterse en su interior y expresar a todos sus pequeños sentimientos y su tremenda desesperación de pedir ayuda… y lo logró.
Toda la gente de su localidad (Juan N. Fernández) junto a las radios que fueron su mayor influencia, también en Claraz, La Dulce, Necochea, etc. con donaciones, urnas, cartas, cadenas de oración, mensajitos de texto, acercándose hasta su casa … Decidieron ser chiquitos por un momento y en tan sólo días realizaron un milagro, Berny pudo operarse el 28 de setiembre en el hospital Garraham, sólo que tuvieron que quitar su ojo izquierdo y poner una prótesis.
Pero hoy gracias a Dios y a todos, aunque tiene que viajar desde su larga distancia cada tanto a Buenos Aires va creciendo, tiene ya 2 años, pasea con su familia, anda a caballo con su papá, con sus hermanos, concurre al jardín y poco a poco se va acostumbrando a ver todo a medias: el medio patio, su media salita, su media plaza… día a día va logrando vivir por siempre en su medio mundo.
Hoy, a un año de su operación, la familia de Berny, su mamá Carina Pan, su papá Marcelo Alvarez y sus hermanos y familiares quieren agradecer, sin nombrar, para no olvidar a nadie, a todos aquellos que hicieron posible este milagro, porque gracias a todos Uds. que son muchos, Bernardo puede seguir aquí, en este mundo.
Muchas gracias y que Dios le retribuya a todos su bondad.


Familia Alvarez Pan